Llega un camarero para trabajar en un bar su primer día.

Entra un señor borracho y le pide tres cafés:

-Uno pa mí, uno pa tí y otro pa tu puta madre.

El camarero se queda cortado y le explica lo sucedido al jefe.

A lo que el jefe le responde:

-No te preocupes.Si mañana viene y te pide lo mismo lo sacas a la parte de atrás del bar y lo mueles a palos.

Así lo hizo al día siguiente.

Al tercer día entró el mismo borracho y le pidió dos cafés:

-Uno pa mí y otro pa tu puta madre.

A lo que el camarero preguntó:

-¿Y hoy no hay para mí?

Y le contesta el borracho:

-Pa tí no hay porque te pones muy nervioso y después me pegas.